Adaptación de un cuento
La siguiente adaptación está realizada a partir de un cuento contado en clase por la profesora Irune Labajo. "Se trata de La princesa y los siete bandoleros" que, a su vez, es una adaptación "españolizada" de "Blancanieves y los siete enanitos" de los Hermanos Grimm. Citar que mi adaptación "Livia y los siete ciervos" está destinada tomando como base a niños de 4-5 años. Incluyo también (además de mi adaptación) mi justificación y cambios realizados respecto a la lectura original contada en clase.
Livia y los siete ciervos
Érase una vez, en un lejano país, un castillo en medio de un gran bosque donde vivía el rey Grían.
Tenía una hija llamada Livia a la que adoraba y protegía con todo su amor, pues se parecía mucho a su esposa Lúa. Un día, la reina se puso muy enferma y empeoró, hasta que una mañana, ya no despertó.
La pequeña princesa se puso muy muy triste y el rey,para calmarla, le regaló el amuleto que la reina siempre llevaba colgado al cuello y, mientras se lo colgaba del cuello, su padre bendijo el amuleto con esta frase:
Livia, hija del sol, el espíritu de tu madre, Lúa, reside en este talismán".
Livia, hija del sol, el espíritu de tu madre, Lúa, reside en este talismán".
Pasado un tiempo, el rey se volvió a casar con una mujer de un reino lejano para hacer felíz a su hija. A partir de entonces pasaba el tiempo jugando con su madrastra Mara y aprendía de ella a ser una buena princesa.
Pasaron los años y Livia creció y creció y se convirtió en una joven preciosa y admirada por su pueblo. Tan preciosa era, que la reina empezó a sentir una gran envidia y decidió abandonar a Livia en el bosque.
Al día siguiente, ordenó a un guardia que se llevase a la princesa a las montañas y la matara. Una vez allí, el guardia, arrepentido, dijo a Livia que se marchara y no volviera nunca al castillo porque si volvía, su vida estaría en peligro.
Al día siguiente, ordenó a un guardia que se llevase a la princesa a las montañas y la matara. Una vez allí, el guardia, arrepentido, dijo a Livia que se marchara y no volviera nunca al castillo porque si volvía, su vida estaría en peligro.
Como la reina necesitaba pruebas, el guardia consiguió unos harapos para Livia y se llevó el otro vestido. Al volver a palacio le dijo a la reina que no se preocupara más por la princesa.
Entonces, ella engaño al rey diciendo que alguien se había llevado a Livia para matarla y le enseñó su vestido roto. El rey entristeció y pidió a sus hombres buscarla, pero la pobre princesa nunca apareció.
Entonces, ella engaño al rey diciendo que alguien se había llevado a Livia para matarla y le enseñó su vestido roto. El rey entristeció y pidió a sus hombres buscarla, pero la pobre princesa nunca apareció.
Muy lejos de allí, Livia caminaba y caminaba hasta que por fín, encontró una pequeña cueva donde refugiarse.
Sobrevivía comiendo frutas y bebía agua de un río cercano. También, como sabía cazar y rastrear a los animales no tenía problemas en conseguir carne. Pero el invierno llegó y la comida empezó a escasear.
Sobrevivía comiendo frutas y bebía agua de un río cercano. También, como sabía cazar y rastrear a los animales no tenía problemas en conseguir carne. Pero el invierno llegó y la comida empezó a escasear.
Tenía muchísimo frío en esa pequeña cueva y su aspecto había empeorado mucho así que decidió buscar una cueva más profunda y grande para poder resguardarse mejor del frío.
Caminó y caminó hasta que llegó a las montañas y, una vez allí, divisó una gran y ancha cueva y pensó que en ella estaría mucho mejor que en la que había estado. Tras comprobar que no había peligro, decidió instalarse en ella. Como estaba llena de bichos, humedad y suciedad, la limpió y se acomodó en ella.
Como estaba muy cansada de tanto andar y andar y, viendo que anochecía, encendió un gran fuego, y con él preparó su cena. Cuando terminó de cenar, tuvo mucho, mucho sueño y decidió que era hora de dormir.
Mientras dormía en la cueva, le pareció ver a siete ciervos hablando entre sí entrando en la cueva.
Entonces vieron a Livia y le preguntaron quien era y por qué estaba ahí, que la cueva era suya.
Caminó y caminó hasta que llegó a las montañas y, una vez allí, divisó una gran y ancha cueva y pensó que en ella estaría mucho mejor que en la que había estado. Tras comprobar que no había peligro, decidió instalarse en ella. Como estaba llena de bichos, humedad y suciedad, la limpió y se acomodó en ella.
Como estaba muy cansada de tanto andar y andar y, viendo que anochecía, encendió un gran fuego, y con él preparó su cena. Cuando terminó de cenar, tuvo mucho, mucho sueño y decidió que era hora de dormir.
Mientras dormía en la cueva, le pareció ver a siete ciervos hablando entre sí entrando en la cueva.
Entonces vieron a Livia y le preguntaron quien era y por qué estaba ahí, que la cueva era suya.
Ella solo dijo que se llamaba Livia y que no tenía a donde ir, que había visto la cueva y como hacía mucho frío, se refugió.
Los meses pasaban y pasaban hasta que un día, decidieron contarle a ella quienes eran.
Ellos eran unos hermanos a los que una malvada hechicera llamada Mara les convirtió en ciervos pues habían sido descubiertos por ella robando unas gallinas en un castillo lejano.
Pasaron varios meses y Livia iba siempre con ellos a robar y a cazar su comida. Era como una hermana para ellos. Pasado un tiempo, Livia empezó a sentir algo especial por el más joven y fuerte de todos, Fír.
Mas tarde Fír, salió con su hermano Lug a buscar a la hechicera que les había maldecido pero se cruzaron con unos cazadores de un castillo lejano que capturaron a Fír.
Lug volvió a la cueva y le dijo a Livia que unos cazadores se habían llevado a Fír a un castillo. Los hermanos, que sabían de lo que era capaz el rey, le dijeron que tenían mucho miedo porque el rey les reconocería por haber robado tiempo atrás unas gallinas del castillo y, por ello, les capturaría nada mas verlos ,pero, tenían que salvar a su hermano.
Entonces, Livia se ofreció a acompañarles al castillo para intentar hablar con el rey y ver si accedía a liberarle.
Caminaron durante días hasta que llegaron a un claro y allí vieron el enorme castillo. Como dos guardias protegían las puertas, Livia le dijo a un guardia que quería ver al rey. El guardia preguntó el motivo y Livia le explicó que los cazadores del rey habían capturado a Fír, hermano de los ciervos que venían con ella, convertido en ciervo por una maldición, lo mismo que sus hermanos.
El guardia, tras pensar un instante, reconoció que él no tenía la suficiente autoridad y decidió conducirles hacia el salón del trono, donde se encontraban el rey y la reina. El rey, intrigado le preguntó que asuntos le habían traído a palacio. Livia le dijo al rey que era su hija, Livia, que había regresado. El rey le dijo que era imposible porque su hija había muerto hace años. Entonces Livia le dijo que él le dió un amuleto que había pertenecido a su madre y que al ponérselo en el cuello lo bendijo con una frase al tiempo que le enseñaba el amuleto:
Livia, hija del sol, el espíritu de tu madre, Lúa, reside en este talismán".
El rey se emocionó, porque recordaba esas palabras y corrió a abrazarla entre lágrimas.
Después Livia le contó que un guardia la acompañó al bosque y que no debía volver, que su madrastra quería deshacerse de ella. También le contó que ella había sobrevivido en las montañas y que estos ciervos le habían ofrecido cobijo y que en realidad ellos eran hombres maldecidos por una hechicera al robar unas gallinas del castillo. El rey preguntó el nombre de la hechicera y ellos, al verla en el trono como reina, la delataron, era Mara. El rey sorprendido quiso saber si eso era cierto. No tardó mucho en comprobarlo pues de repente, un guardia se presentó y confesó al rey que la reina le ordenó eliminar a la princesa, pero que no lo hizo. Ahora todo tenía sentido, ella le había mentido y además había querido matar a la princesa y, por si eso no fuese suficiente había maldecido a los que habían protegido a su hija. Los hermanos, colorados como tomates, no salían de su asombro pues habían pasado años y años conviviendo, sin saberlo, con la hija del rey!!
El rey liberó a Fír, otorgándole su perdón en gratitud por la ayuda prestada y obligó a Mara a deshacer la maldición. Uno a uno los ciervos volvieron a ser hombres apuestos y fuertes. Después, Mara fué llevada a una isla lejana y abandonada.
La princesa le dijo al rey que estaba enamorada de Fír y que si él aceptaba, se casarían. El rey, como era muy mayor, vió que Fír era fuerte y valiente y que era un buen sucesor, también se dió cuenta de que la fortaleza y valentía de los hermanos superaban la de su ejército y les preguntó si aceptarían ser su escolta real. Ellos, sin duda, aceptaron y fueron perdonados por todas sus fechorías anteriores. Juraron lealtad a Grian y se convirtieron en la escolta armada del rey.
Pasaron las semanas, Livia y Fír se casaron y por fín, volvió a haber tranquilidad en el bello reino de Grian.
Y colorín colorado, Este cuento, se ha acabado.
Justificación
Justificación
Mi adaptación está pensada para niños de 4-5 años basándome en los siguientes aspectos:
- Los niños de estas edades comienzan a interesarse por los cuentos en los que aparecen protagonistas animales a los que se le atribuyen hechos propios de humanos. Por supuesto, también les gustan los personajes humanos. Pueden reflejarse en dichos protagonistas valores sociales y diferentes formas de ser lo que les hace muy atractivos para los niños de estas edades.
- Con estas edades 4-5 años podemos, sin duda, empezar a introducir matices de sorpresa y quizá de humor pero siempre añadiendo una "ligera" complejidad a la estructura ideal: planteamiento, nudo, desenlace haciendo que la historia sea lo suficientemente compleja para que no pueda anticiparse el desenlace. Por supuesto, éste debe ser siempre con final felíz de modo que la angustia y tensión del nudo se resuelva de cara al final, dejando el gusto producido en quien lo lea propio de un argumento ideal y bien estructurado y adaptado.
- Los niños, a estas edades, necesitan organizar su mundo de una manera muy clara y sencilla (lo bueno y malo) (el listo-el tonto) (el fuerte-el débil) (el rápido-el lento) etc...
- Podemos introducir situaciones fantásticas propias de cuentos folclóricos (maldades de algún/a hechicero/a, reyes, princesas, caballeros) siempre teniendo en cuenta que deben estar fuertemente definidos.
- Hay que tener siempre en cuenta "El deseo de ser mayor" pues entorno a los 5 años se preocupan por su crecimiento y se comparan con niños mas pequeños y con otros más grandes. Buscan quizá saber que se siente al ser mayor y eso siempre es bueno tenerlo en cuenta a la hora de realizar adaptaciones adecuadas a esta edad y reflejar esos sentimientos mediante acciones del cuento. (Referencias basadas según Violeta Morales, licenciada en Psicología y madre).
Cambios realizados
He rectificado el argumento corrigiendo todas las anotaciones percibidas por mi profesora Irune Labajo, añadiendo la fuente de mis referencias en la sección justificación y en bibliografía.
- He suavizado algunos temas escabrosos de la grabación original, entre ellos, la muerte de la madre de la princesa y la intención de "despeñar a la princesa".
- He intentado simplificar y/o adecuar tanto el argumento de la historia como el lenguaje empleado eliminando situaciones innecesarias respecto a la grabación original y haciéndolo más cercano y comprensible para los niños de esta edad.
- He considerado oportuno, como ya cité anteriormente, dar un toque atractivo a mi adaptación, utilizando el "poder" de la magia al incluir "hechizos o maldiciones" y por que no, la sorpresa y posterior encanto de que unos de los personajes que ayudan a la protagonista sean "animales humanizados" ya que pienso que quizá para los niños ese tipo de personajes serían más cercano.
- Como curiosidad diré que nombres como Grian y Fír proceden del Gaélico irlandés significando "el Sol" (Ghriann) y "Hombre" (Fír); conviene decir que los he simplificado para facilitar su pronunciación. Los he utilizado en personajes como el rey (como el sol, rey del universo) y en el fuerte y valiente Fír (por la virilidad masculina) mientras que el nombre Lúa significa "luna" en gallego sinónimo de la belleza eterna de la madre de Livia. El nombre Mara procede del Hebreo y significa "dulce melancolía" y "amargura". No he considerado hacer descripción física alguna de los personajes para que así los niños puedan imaginarse el aspecto físico o los grados de fortaleza, belleza, maldad, valentía.... según la propia consideración o "idea" que ellos tengan acerca de dichas cualidades humanas desarrollando, con ello, su desbordante imaginación y atrayendo su atención hacia el cuento. He pretendido también, con ello, darle un ambiente "celta" por la magia o misticismo propio de esa cultura.
Considero que he modificado adecuadamente el argumento, según las indicaciones de mi profesora, habiendo respetado esta vez sí y en lo posible los puntos esenciales, estructura, esquemas establecidos, depurado la línea argumental indicada y, a la vez, le he dado mi toque personal. He añadido las referencias en cuanto al momento evolutivo y, esta vez espero que todo esté correcto. Rectificado todo, intento siempre transmitir (como en cada una de mis publicaciones) la magia de cada palabra a todo buen lector de cualquier edad que pase por mi blog, pues sin duda...
...TODA PALABRA ES ALMA...
Bibliografía:
Grabación (anteriormente citada) del cuento adaptado La princesa y los siete bandoleros narrado por la profesora Irune Labajo.
Temario de la asignatura y apuntes de clase.
Referencias: Violeta Morales. La vida en cuentos.